El grado de mogolismo en San Lorenzo es alarmante, mientras en la tribuna se putea a estos obreros que equivocaron su profesión, en la platea sur parece ser que se aplaude a quien juega mal, no pone ganas y además insulta al hincha. Las focas estan a full, por una camiseta la opinión puede cambiar y lo preocupante del caso es que el club se cae a pedazos por todos lados y la culpa en este mundo marino esta vez no es de quien les da de comer.