La expectativa de vida del geronte francés no tiene demasiado resto. Su estructura tambalea y los factores se abren en abanico. Los mosquitos se posan en su lomo y picotean con ponzonia. Los rateros deterioran su imágen y las noticias escapan a la mordaza que no consiguen imponer los popes desde paris. enemos que estar alerta, en cualquier momento se deploma el monstruo y será el momento de atacar.
Desde hace un tiempo Carrefour sufre y teme su muerte. Nosotros soñamos a diario con el francés rígido y extensiso sobre un cajón. Y cuando la recámara huela a muerte y su detestable presencia ya no estorbe más, ahí tendremos vía libre para empezar a reconstruir nuestro pasado.Los mosquitos son los pequeños almaceneros chinos, estafadores de pequeña monta que para el monstruo horrible, son granos en culo latentes y picantes. La hermorroides castiga el recto franchute y en cualquier momento le sacará fuego del orto.
Ladrones de púa y stereo, inocentes e insignificantes para la caja del monstruo, pero molestos y peligrosos para la imágen del francés expropiador. La mordaza que intebtó poner la cúpula parisina, no pudo con VB y desde nuestro lugar impulsamos la divulgación de la noticia. Difundimos de los robos en todos los eslabones y alentamos a la clientela a cambiar de firma urgente.
Además, alentamos a la delincuencia a seguir apuntando con su dedo caco al monstruo para debilitarlo y convencerlo de su emigre definitorio. El desvalije del alma Carrefourense está en marcha hace tiempo y no tenemos que poner la atención en otro lado. El monstruo horrible está temblando, mareado y ya sin fuerzas...vayamos encendiendo el pico de la botella, si no tenes capucha conseguite una, falta poco para la revolución!!!
