El monstruo pierde prestigio, ya no tiene la credibilidad de otrora y pierde clientela a lo pavote. Ir en auto a un Carrefour es una lotería y mucha gente prefiere recurrir al supermercado chino de la vuelta de casa, prefiriendo ser acostado con el vuelto por el nipón, antes que perder el auto en alguno de los locales franceses.
En el eslabón repugnante que nos compete, el de Avenida La Plata, la casa que nos robaron, ahora ellos están sufriendo en carne propia los robos a sus clientes. "El que roba a otro ladron tiene....." ¿¿cien años de perdón??, es probable, pero para nosotros los cacos tienen la cuerva puesta.
Impulsamos, apoyamos y alentamos a más robos en el monstruo de Boedo, para que siga perdiendo clientes, se devalúe, camine hacia atrás en las estadísticas económicas de la mafia franchute de las góndolas y de aquí a un tiempo, no tenga otra opción que sacar el culo parisino de la avenida.
Nosotros siempre fuimos el brazo listo para lanzar la botella leba de fuego, estuvimos, estamos y vamos a estar en cada una de las revoluciones. Y si éstos ladrones casuales necesitan cómplices o campanas, nuestra causa nos va a impulsar a también estar en ésta.
Robos en Carrefour, devaluación del monstruo. Todo suma para volver a Boedo.
