Llega la avenida,
veo otros como yo...
Nada ni nadie nos puede doblegar,
somos el momento
y este es el lugar...
Los Violadores
Esa locura que retumba en nuestras cabezas (despiertos y dormidos) comienza a salir al exterior. El delirio se libera cristalizado por la unión, más no se consigue tal propósito divididos o enfrentados. Cada revolución se encendió con el grito de la masa (como en 1908, en 1982, en 2000 o en 2006).
La sangre revulsiva de Lorenzo, emulado por Jacobo dando la vida por nuestros colores debe contagiarse en nuestra escencia. Están llegando nuevos tiempos.
Muestras de revoluciones sanlorencistas hay de sobra. En 1908, Lorenzo -nuestro precursor revolucionario- sacudió Almagro y Boedo con su invención. Se ocupó de reclutar seguidores y consiguió que sus sueños se hagan reales con un San Lorenzo inmortalizado en Boedo.
A fines de los '70 y comienzos de los '80, con un país desangrado por la puta milicia, nuestros colores de vieron torturados también por el gobierno defacto. Producto de dirigentes oscuros y lamebotas de los fachos de turno, perdimos Boedo y también la categoría. En 1982, el alma del Padre se metió en nuestros cuerpos y nuestra revolución de los sábados en la "B" fue la mayor movilización de una hinchada de fútbol en la historia (nunca será igualada).
Cuando volvimos a ser locales (en cancha transitoria) otra vez la oscuridad nos sacudió envueltos en ésta seudo democracia. Miele y sus secuaces quisieron vender San Lorenzo, pero nuestra gente encabezada por el espíritu de Lorenzo se los impidió. Glorioso 30 de Noviembre que nos hace eternos dueños de nuestro emblema.
Quisieron prohibirnos entrar a la cancha un 19 Noviembre de 2006, pero una vez más, apareció nuestro fundador, para conducirnos al bloqueo de aquel absurdo partido. Si hinchas no se juega, instaló nuestra estirpe para la posteridad, el resto de las hinchadas agradecida por nuestra gesta
La revolución más inponente de la historia está comenzando a ser real. La Vuelta a Boedo ya empezó. No se detiene el recupero de terrenos en nuestra casa. Volvió el Padre en sus cenizas al punto de partida. No podemos ni siquiera parar a tomar un poco de aire. Aunque vayamos cayendo, otros deben continuar con el legado. Los palos duelen pero no matan, los gases no nos dejan ver pero aun podemos avanzar. No imaginan hasta donde podemos llegar. Estamos volviendo a Boedo !!!