Devuélvele a la gente sus sueños..
y arregla todo sin tu cobardía,
nunca es tarde para volverse mejor...
Charlie 3
Nuestra dirigencia (salvo casos puntuales) siempre fue cagona, sumisa y lamebotas. Las piedras que colocaron nuestros grandes muchos se ocuparon de moverlas y hasta ponerlas en otro lugar. La revolución de Lorenzo fue bastardeada y torturada por dirigentes cómplices del gobierno defacto, quienes regalaron Boedo por ponerle el culo a los disfrazados de verde.
La perfecta y minusiosa invensión de Pedro Bidegain, de tener un club modelo en inferiores, para generar recursos desde un riñón prolífero y fértil en jugadores, fue robado por José Amalfitano otrora para darle plafón a su apellido. Ahora DBV proyecta en tres pasos la vuelta a Boedo, para desterrar definitivamente todo el daño que nos hicieron aquellos directivos chupa penes militares. Y otra vez, copian la idea monstruo para su beneficio.
VELEZ CHICO, DIRIGENTES GRANDES, LADRILLOS EN MARCHA
Sentado aquí,
pensando en tí...
Embajada boliviana
En su última reunión de memoria y balance, los dirigentes del pequeño club Vélez Sársfielf, aprobaron la construcción de su micro estadio.
El mismo va a estar detrás de la cabecera popular del Amalfitani (estadio construído por los militares); más precisamente en el estacionamiento descubierto del club.
La capacidad máxima (según fuentes velezanas) será de 9000 personas, con estacionamiento para 1000 autos, y pantalla leds en su exterior para publicar eventos en su fachada.
Más allá de que ciertos mini clubes dediquen su tiempo a pensar y copiarse de nosotros (nunca lo logran), es hora de poner los ladrillos en remojo. El cemento, la arena y el agua a mezclar. El Proyecto La Gloriosa cumplió un año, ya dio sus primeros pasos y aún no fue considerado. El Proyecto La Gloriosa es (junto a nuestra revolución en la B, nuestra expulsión a ISL y nuestro bloqueo para jugar con hinchas) lo más revolucionario en la historia del fútbol argentino. Si los dirigentes no lo entienden, habrá que hacerselo entender. Ni un peso más en el estadio transitorio, ni un peso más en pomposos refuerzos, apuesta al riñón (en honor a Bidegain) y toda la plata que vaya a parar a Boedo.
