"...Vamos a ganar el campeonato económico..." escupía cuando asumía allá lejos y hace tiempo. Pichón de Alberto Guil y luego dueño de dos mandatos en el sillón de Boedo. Lleva casi una década tomando decisiones en San Lorenzo y por la vuelta no hizo casi nada....o nada.En el toda clase de sorteo, sea de Copas o de triangulares definitorios, siempre agacha la cabeza y deja que perjudiquen a nuestra divisa. Por favor, si alguien recuerda un sorteo que hay beneficiado a San Lorenzo que nos lo envíe por mail, así redactamos nuestra fe de erratas. Es un dirigente que no tiene capacidad de discusión ni tampoco tiene pasta para enfrentarse.
Muchos Cuervos, se confunden. Después del intento de venta de San Lorenzo por parte del delincuente de Fernando Miele, la gestión savinista (detrás de Guil inclusive) pareció un bálsamo. Pero ¿que se hizo?.... Lo de Miele es inadmisible, imperdonable y por eso su expulsión de la masa societaria. Pero San Lorenzo en casi una década no avanzó ni un metro en la vuelta Boedo.
El retorno del Padre Lorenzo en cenizas a México y 33, fue una patada en los huevos para la comitiva que no tuvo más remedio que hacerse presente y sonreir para los flashes. Las propiedades que se fueron adquieriendo, por ahogo y obligación y no por desiciones gubernamentales, siguen ahí....esperando. La sede aún no se amplio y verdaderamente nos da mucha verguenza que no tenga las comodidades y el modernizmo que merece. La recepción, los informes, la confitería y Cuervomanía, ocupan entre todas un local de 10 x 10, asinadas y con pegatinas publicitarias groseras en cuanta pared y columna se encuentre como si fuera una universidad. Detrás, la pileta y arrumbados algunos gimnasios. Es tiempo de ampliarla, darle vida, hacer una confitería modelo (la actual tiene tres mesitas), ampliar Cuervomanía (es un localcito de 2 x 2) y construir más gimnasios.
La Plaza Massa espera hace tiempo. A la escritura,Savino la embadurnó con algún lubricante y se la metió en el culo. El Microestadio espera por nacer. La revolución que promovería su construcción sería tan grande, que nadie podría detener el Plan C del Proyecto La Gloriosa (construir el estadio de fútbol en Avenida La Plata) por el impacto. Es por eso que el Microestadio se demora, porque saben que detrás de él, se viene lo otro. Y ´sta conducción no quiere volver a Boedo.
Savino y su troup, quieren tener a Boedo allá lejos, a 3 kilómetros de su Pompeya querido. Prefieren poner la plata en satisfacer planteles de turno para coleccionar frustaciones deportivas. Savino y sus secuaces siguen y seguirán barriendo la oficina de Grondona, poniendole hielo al wisky de Don Julio y dejando que el pope de la AFAno, les refriegue su cara en el plato de fideos por diversión.
Así estamos, con el enemigo adentro, Rafael Savino titere de Grondona, antivuelta y empleado oculto de Boca. Así estamos.
